Recorra esta localidad festiva mientras disfruta de la comodidad del Hotel Kyriad Dunkerque
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Nuestros hoteles en Dunquerque
Permítase un capricho y pruebe nuestros hoteles Kyriad en Dunquerque. A su llegada, nuestros empleados lo recibirán con una sonrisa y pequeños detalles llenos de significado.Descubrirá la comodidad exclusiva de nuestra almohada de espuma con memoria de forma.Y, para empezar el día con buen pie, podrá experimentar la diferencia de alojarse en un Kyriad.Mímese con un yogurt helado para desayunar… ¡Y ya tendrá dos buenas razones para volver!
Dunkerque ha cambiado varias veces de nacionalidad a lo largo de la historia hasta que, en 1662, en rey Luis XIV se la compró a Inglaterra y esta se hizo definitivamente francesa. Antiguamente un pueblo de pescadores, hoy en día alberga el tercer puerto más grande de Francia, además de otros encantos.
Entre ellos están las construcciones que Vauban, el ingeniero experto en fortificaciones, ideó para Dunkerque, sobre todo después de que la ciudad se volviera francesa. Y es que fue la situación geográfica estratégica de la urbe, a 10 kilómetros de la frontera con Bélgica y separada de Inglaterra sólo por el mar del Norte, la que impulsó estas edificaciones militares.
Ciudad deportista donde las haya, durante el año se suceden varios eventos relacionados con la actividad física, como los Cuatro Días de Dunkerque, una carrera ciclista que se celebra en el mes de mayo, aunque también es una urbe de festividades y celebraciones. Un buen ejemplo de ello es el Carnaval de Dunkerque, una tradición que comenzó en el siglo XVII y que aún persiste.
La gastronomía típica de la ciudad está influenciada por el país vecino, Bélgica, siendo uno de los platos típicos los mejillones. Dunkerque es también un destino de viaje de negocios, ya que la ciudad cuenta con multitud de empresas internacionales.
Durante su escapada en el Hotel Kyriad Dunkerque, podrá visitar el gran patrimonio arquitectónico que alberga la ciudad. Entre ellos se encuentra el Campanario de San Éloy, que forma parte de la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO. Fue construido en el siglo XV en un estilo gótico y mide casi 60 metros de alto. Se puede subir hasta el carillón y ver las 50 campanas que lo componen, además de una gran vista de la ciudad.
El impresionante edificio del Ayuntamiento también forma parte de la clasificación de la UNESCO. Fue construido a principios del siglo XX y cuenta con hermosas vidrieras. Imprescindible igualmente la Puerta de la Marina, de Vauban, situada en el parque del mismo nombre. Fue construida en el siglo XVII y es una de las pocas fortificaciones del reputado arquitecto que aún quedan en la ciudad.
Sin embargo, sí que hay otras realizadas por otros ingenieros, como la magnífica Torre de Leughenaer, que antiguamente albergaba un faro y que se empezó a construir en el siglo XV, cuando Dunkerque era territorio español.
Dunkerque se encuentra a pocos kilómetros de la frontera con Bélgica, es por eso que la manera de llegar más rápida y barata es comprando un vuelo hasta el aeropuerto internacional de Bruselas, situado a tan sólo 150 kilómetros de nuestro destino. Desde la estación de tren de Bruselas hasta Dunkerque se llega en, apenas, un par de horas. Si prefiere moverse libremente, puede alquilar un coche en el mismo aeropuerto.
Para visitar el centro histórico de la ciudad la mejor opción es a pie, en transporte público o taxi. Si quiere conocer los alrededores y disfrutar de los espacios verdes y el mar con el que cuenta Dunkerque, se pueden alquilar bicicletas, dar un paseo en barco, contratar un curso de buceo, o practicar esquí acuático.
Enlaces de interés: http://www.dunkerque-tourisme.fr/
Los 7 días de la semana desde las 8:00 a. m. a las 22:00 p. m. (hora de París) - Número gratuito - Tenga en cuenta que esta convocatoria se realizará en inglés.