Hoteles en Besanzón

Besanzón es una de las ciudades con mayor calidad de vida de toda Francia. Ubicada al este del país, en la región del Franco Condado, y atravesada por el río Doubs, su situación geográfica privilegiada es la causa de que hoy en día albergue una herencia arquitectónica y cultural inigualable, con construcciones espectaculares que han sido testigos de la historia.

Entre ellas cabe destacar su sistema de fortificaciones, diseñado por el reputado arquitecto militar Vauban, que está incluido en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.

Igualmente, Besanzón goza de un gran patrimonio natural. Definida como la “Primera ciudad verde de Francia” por su respeto con el medio ambiente, cuenta con más de 200 metros cuadrados de espacios verdes por habitante. De entre ellos, uno de los lugares más espectaculares es el Bosque de Chailluz, situado en las afueras.

La gastronomía tampoco se queda atrás: el famoso queso comté, entre otros, forma parte de los productos típicos de la región, así como las carnes ahumadas, los vinos, y las bebidas a base de anís.

Besanzón atesora grandes construcciones, pero hay que destacar las de la época galo-romana y las militares. Durante su estancia en el Hotel Kyriad Besanzón, podrá visitar la maravillosa Ciudadela diseñada por Vauban, que fue su obra maestra. Terminó de construirse en el siglo XVIII, y está situada en lo alto del Monte Saint-Étienne. Ideada como sistema de defensa, actualmente alberga dos museos y otros espacios culturales en su interior. La Ciudadela fue declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2008.

Pero esta no es la única construcción militar que tiene Besanzón: la urbe cuenta con otros edificios y fortificaciones, como la Torre de la Pelot, de obligada visita.

Cuando visiten los vestigios de la época galo-romana que alberga Besanzón se sentirán como en un viaje en el tiempo. De entre ellos, los más remarcables son la Puerta Negra -un arco del triunfo que data del siglo II- o la Plaza Castan, situada en el casco histórico de la ciudad y que está formada por ocho columnas corintias del siglo II ó III.

No puede olvidarse de dar un paseo por la Catedral de San Juan, con una mezcla de estilos gótico, románico y barroco, además del Palacio de Granvela, del Renacimiento, o los edificios con arcadas que se encuentran en el Quai Vauban.

Besanzón está situado a tan sólo 80 kilómetros de la frontera con Suiza. Por eso, para llegar desde España hay dos opciones muy económicas: la primera es ir hasta el aeropuerto internacional de Ginebra (a 170 kilómetros), y la segunda es comprar un vuelo hasta el de Lyon (a 220 kilómetros). En ambos casos habrá que coger el tren de alta velocidad francés, el TGV, para llegar hasta su Hotel Kyriad Besanzón.

Una vez allí, para visitar la Ciudadela de Vauban, situada en un monte, se puede ir en coche, aunque es un poco complicado para aparcar. La mejor opción es ir a pie, en un recorrido de unos 30 minutos con un paisaje maravilloso o en autobús desde el centro de la ciudad.

La Oficina de Turismo de Besanzón ofrece visitas guiadas de la ciudad y sus alrededores. También se puede alquilar bicicletas y descubrir la ciudad en armonía con el medio ambiente. El paseo en barco por el río Doubs es siempre una buena opción.

Enlaces de interés: http://www.besancon-tourisme.com/

http://www.besancon.fr/

http://www.sncf.es/