Hoteles en Versalles

Conocida por ser sede del Palacio de Versalles y hogar de Luis XVI y María Antonieta, últimos reyes de Francia, Versalles funciona aun hoy día como importante centro administrativo y judicial. Ubicado al oeste de París, es la capital del departamento de los Yvelines. Su famoso Palacio fue construido a mediados del siglo XVII bajo instrucciones de Luis XIV. Posteriores transformaciones culminaron en el diseño de los jardines y demás edificios donde la realeza pasaba los veranos. La ciudad fue la capital política del reino y sede de la corte real de 1682 hasta 1789, cuando estalló la Revolución Francesa. Actualmente se administra como un museo y es una de las atracciones turísticas más importantes de Francia.

Reconocido como Patrimonio Mundial de la UNESCO, el Palacio de Versailles es considerado como el ejemplar más representativo del barroco francés. Si bien este complejo es muestra de los excesos de la corte francesa que llevaron al pueblo a levantarse, resulta imposible no transportarse a otra época al recorrer sus salones y jardines. Por otro lado, Versalles ha sido escenario clave para la historia francesa y mundial. Fue aquí donde se firmó el famoso tratado de paz entre Francia y Alemania tras la Primera Guerra Mundial. A tan sólo unos pasos de este emblemático lugar encontrará su Hotel Kyriad.

Versalles, considerado uno de los suburbios parisinos más pomposos y verdes, cuenta con varias atracciones y sitios de interés. La estrella indiscutible es el Palacio, convertido hoy en museo, donde se pueden visitar múltiples galerías y salones que reflejan el estilo de vida decadente de la realeza francesa. Entre los servicios que el museo ofrece destacan los tours guiados y las audioguías para aquellos más independientes.

Dentro del complejo hay múltiples opciones que muchas veces pasan inadvertidas para el visitante. Los Jardines de Versalles resaltan un estilo típico francés. Famosos por su alineación geométrica y su distribución en forma de laberinto, están compuestos por terrazas, camas de flores, árboles, senderos secretos y fuentes. En total 400 estatuas diseñadas por los mejores escultores de la época adornan estos majestuosos jardines.

Del lado noroeste del Palacio de Versalles se expande el llamado Dominio de María Antonieta, refugio de la delfina de Francia. El precio de la entrada incluye el acceso al Gran Trianón, al Pequeño Trianón y a la Aldea de la Reina. En conjunto, estos tres edificios forman parte esencial de la historia de la monarquía francesa.

El tren suburbano de la zona metropolitana de París (RER) es la opción más rápida para ir de París a Versalles. Aproximadamente 70 trenes diarios conectan ambas ciudades. El último tren con regreso a París sale justo después de la medianoche. También es posible llegar en coche o autobús.

Dentro del complejo del Palacio de Versalles existen varias opciones para comer. La famosa casa de té parisina Angelina ofrece un menú digno de reyes. También hay una filial de Ladurée, popular por sus macarrones y postres. Podrá encontrar alternativas más accesibles en los alrededores o cerca de la estación de tren. Una opción económica pero igualmente atractiva es la de organizar un picnic en los jardines, sin pretensiones pero disfrutando de un cálido escenario.

Cada año durante el verano, el Palacio de Versalles organiza un espectáculo de luces y sonido aprovechando la belleza de dicho escenario. Las Grandes Aguas musicales, de indiscutible belleza, se han convertido ya en parte de las tradiciones de Versalles.

Consulte más información sobre la localidad en la siguiente página web:
http://www.paris.es/palacio-versalles
http://www.versailles-tourisme.com/en/accueil.html