La ciudad de Metz está situada al noreste de Francia, en la confluencia de los ríos Mosela y Seille, siendo la capital de la región de Lorena. Se trata de una ciudad con más de 3000 años de historia, que alberga uno de los mayores patrimonios arquitectónicos medievales de Francia y cuyo estilo ha estado influenciado por sus países vecinos –Bélgica, Luxemburgo y Alemania-, sobre todo por este último, al que estuvo anexionada en un par de ocasiones.

Metz es una ciudad viva, que impresiona a sus visitantes con eventos temáticos a lo largo del año y con un sinfín de actividades deportivas y acuáticas. Además, la localidad cuenta con inmensos espacios verdes..

Metz es también un importante lugar frutihortícola del que hay que destacar su especialidad: la ciruela de Mirabel, el producto típico de la región. Aunque tampoco podemos olvidarnos de la famosa quiche, el paté o el delicioso postre dulce llamado boulet de Metz, una especie de bola recubierta de chocolate, caramelo y rellena de avellana con la que la boca se le hará agua.
 

En cuanto se acomoden en el Hotel Kyriad Metz podrán empezar a planear la visita a esta maravillosa ciudad, que cuenta con un patrimonio arquitectónico magnífico e inigualable. Entre sus tesoros cabe destacar la Catedral de San Étienne, también llamada “linterna de Dios”, con su bóveda de 42 metros de alta y sus más de 6500 metros cuadrados de vidrieras: la colección más grande de toda Europa.

No se pueden perder las exposiciones que acoge Centro Pompidou-Metz. Inaugurado en el año 2010, este espacio es una delegación del museo parisino y, además de las obras que se exponen en él, también cuenta con una magnífica arquitectura. Siguiendo con espacios dedicados al arte, si visita Metz, merece la pena pasar por el museo de la Cour d’Or. Sus colecciones son sobre bellas artes, arqueología, historia militar y arquitectura.

De la época en la que Metz pertenecía a Alemania, puede encontrar el Barrio Imperial, ejemplo de urbanismo típico del país. Además, la ciudad cuenta con una diversidad de plazas en las que pasear tranquilamente y admirar, como la preciosa plaza de San Luis con sus soportales.

Para llegar desde España hasta Metz la mejor opción es comprar un vuelo hasta el aeropuerto de Luxemburgo, que tiene conexiones directas y a precios económicos. Además, está situado a tan sólo 60 kilómetros. O, si lo prefiere, puede volar hasta la capital de Francia, París, y desde allí llegar a la ciudad de destino, aunque se encuentra un poco más retirado que la primera elección. Desde ambos lugares tendrá que coger el tren de alta velocidad, TGV por sus siglas en francés, hasta su Hotel Kyriad Metz.

Descubrir el casco antiguo y los principales sitios de interés es fácil. La ciudad cuenta con una red de transporte público que funciona muy bien y, además, pone a la disposición de sus visitantes otros medios con los que moverse por Metz. Uno de ellos es en barco, por el río, para disfrutar la ciudad desde un punto de vista diferente, o el tren turístico.

Enlaces de interés: http://tourisme.metz.fr/es/

http://www.centrepompidou-metz.fr/

http://www.sncf.es/