Lille, con más de un millón de personas en su área metropolitana, es una de las mayores ciudades de Francia. Lille es una ciudad universitaria, lo que le confiere un carácter animado y juvenil. De hecho, hay multitud de comercios, bares y cafés en su centro y sus habitantes son conocidos por su afabilidad y buen carácter. En el plano gastronómico, son típicos los mejillones con patatas fritas, los crepes y gofres de chocolate y la cerveza local.

En el 2004 fue Capital Europea de la Cultura. Además, su situación geográfica es privilegiada, pues está a aproximadamente una hora de París en tren y relativamente cerca de Bruselas, Ámsterdam e, incluso, Londres En tren y por carretera gracias al "Eurotúnel".

Adentrándonos en el Vieux-Lille, su casco antiguo, cuyo centro es la Grande Place, nos encontraremos con la Catedral y otros edificios como la Vieja Bolsa y la Cámara de Comercio, el Conservatorio y numerosos y elegantes hoteles de finales del XIX. También hallaremos la casa natal de Charles de Gaulle. Merece la pena recorrer la ciudad de noche, ya que la iluminación nocturna de sus edificios conforma una experiencia única.

Si viajamos hasta Lille, estos son algunos de los lugares que no debemos dejar de visitar:

- La Catedral de Notre-Dame-de-la Treille: debe su nombre a la imagen medieval de la Virgen María que alberga y cuya antigüedad se remonta al siglo XII.
- Las iglesias medievales de Saint Maurice y Sainte-Catherine, así como la iglesia barroca de San Andrés, donde fue bautizado el general De Gaulle, y la Cripta de la Colegiata de Saint-Pierre.
- El Museo de Arte Moderno: emplazado a las afueras, es un edificio original y vanguardista con una variada oferta de obras de Picasso, Modigliani, Miró y Braque, entre otros.
- El Museo de Bellas Artes: este bello edificio alberga obras de Goya.
- La Ciudadela, Citadelle de Vauban: impresionante fortaleza de granito y ladrillo, apodada "reina de las ciudadelas", y considerada obra maestra del ingeniero militar Sebastien LePrestre, marqués de Vauban. Construida en el siglo XVII, a día de hoy sigue siendo utilizada como cuartel militar.

Si optamos por el avión: el Aeropuerto Internacional de Lille-Lesquin, pese a no disponer de muchos vuelos directos a España, ofrece una conexión con Barcelona con la compañía Vueling. La alternativa habitual es volar a París o Bruselas y realizar un transbordo en tren de alta velocidad.

Si preferimos el tren: las estaciones de Lille forman parte de la red viaria de alta velocidad:
La estación de Lille-Flandres ofrece un tren de alta velocidad (TGV) a París. Por su parte, la estación Lille-Europe tiene un tren de alta velocidad (TGV) con conexiones a Bruselas, Niza y Estrasburgo.
Gracias a la excelente red ferroviaria francesa, el tren es una buena opción, si no encontramos vuelos a buen precio.

Por carretera: los autobuses Eurolines disponen de conexiones regulares con Bruselas (1:45 horas), Ámsterdam (5 horas) e, incluso, Londres (5 horas y media).
Si queremos ir en coche desde España, debemos tener en cuenta que son más de 1.000 kilómetros desde Barcelona y más de 1.250 desde Madrid.

Algunos enlaces de interés:
http://www.france-voyage.com/francia-municipios/lille-22091.htm
http://www.tusdestinos.net/reportajes/reportajes/lille-ruta-y-turismo-por-la-capital-cultural-del-norte-de-francia.html
http://es.franceguide.com/ideas-de-vacaciones/turismo-en-ciudad/descubra-las-ciudades/Lille.html?NodeID=191&EditoID=52379